sábado, 23 de febrero de 2008

Reflexiones Sobre La ComunicacióN

El hombre como ser eminentemente social que es, está destinado a relacionarse con sus semejantes y esa relación es posible solamente a través de la comunicación, al utilizarla en sus diversas modalidades se crean lazos entre las personas, mismos que se pueden debilitar o fortalecer en el tiempo.

Pero ¿qué nos mueve a comunicarnos? Cada vez que intentamos expresarnos, manifestar alguna opinión o idea, lo que nos mueve es un interés que alberga diversos factores como el hecho de querer ser escuchados, el querer hacer valer nuestra opinión, y también ese interés por lo que el otro o los otros tienen que decir, el lograr un consenso, el crear esos lazos que me relacionen directamente con mi entorno.

Al reflexionar sobre este punto, podemos darnos cuenta que el hecho de poder manifestar nuestros puntos de vista es algo que se da por sentado, es decir, que no valoramos esta oportunidad que se nos brinda. Porque el poder de expresar, de comunicar es un derecho que para algunos está limitado y para otros prohibido.

Y aquellos para los que no nos está limitado o prohibido, considero que no ejercemos ese derecho de manera plena, no explotamos nuestra capacidad al máximo, aún cuando ya vivimos en el siglo XXI, y que gracias a los avances de la tecnología, por medio de la red de redes, podemos, entre muchas otras cosas, relacionarnos con otras personas que se encuentran del otro lado del mundo, no nos esforzamos por establecer un verdadero puente entre las culturas y las diversas costumbres de todos los que habitamos en este mundo. También los que tenemos ese acceso ya lo estamos dando por sentado, como algo que siempre estará ahí. Pero ¿qué pasaría si el día de mañana se caen todas los medios de comunicación que conocemos? Sé que esto nos parece imposible pero ¿qué tal si el día de mañana no tenemos más que la forma más elemental de comunicación que existe? Que no es otra, que voltear y establecer ese vínculo con las personas que nos rodean. Da miedo pensar que el comunicarnos, a través de cualquier forma o medio que nuestra imaginación nos indique para no quedar completamente aislados, sea de lo más difícil que se nos puede encomendar.

Todos somos receptores y emisores, y no nos damos cuenta de la responsabilidad tan grande que tenemos respecto a la información que recibimos y debemos comunicar. Este es el sentido de la frase que señala que somos dueños de nuestro silencio y esclavos de nuestras palabras, lo que puede ser interpretado como que hay que saber de lo que se habla y si no se sabe no necesariamente quedarse callado sino preguntar, sin tener miedo, saciar ese deseo de saber, porque si bien al preguntar se corre el riesgo de parecer tonto, al no preguntar se corre un riesgo mayor por no establecer ese puente de comunicación que nos permita estar mejor informados.

Así como no hay que ser político para hacer política, no hay que ser comunicólogo para comunicar, pero si debemos saber que lo que estamos comunicando puede tener interpretaciones tan variadas como estrellas tiene el universo, por lo que tenemos la obligación de saber que lo que se está transmitiendo se recibe sin interferencias y que no importando la manera como se interprete no se transforme la esencia de esa información.
KEGG
Enero '06

No hay comentarios: